HOMO AUTITUS

El accidente nuestro de cada día indica que hay un grupo de personas encantadas con su "covertor metálico", el propio auto, personaje que denominaremos el homo autitus. Características: es tímido y se esconde tras su coraza de lata. Desde allí es capaz de muchas más cosas que si estuviera despojado de ella. Pierde además noción de la importancia de la vida del ser humano como tal y eso lo roza también a él aunque no se de cuenta.
    Utiliza gran parte de su tiempo en la belleza y puesta a punto de su autito. Pero pierde capacidad para distinguir una distancia prudente o cuánto tiempo le puede llevar adelantarse. Detalles como dar paso a un peatón o ser cortés con la damas, olvidados.
Para el homo autitus (errmmm, errmmm), primero está su interés personal: llegar a tiempo, divertirse, pasar antes, sortear un escollo en su camino, pisándolo, llegar “ha como de lugar”, predominar, superar marcas, ir a toda velocidad, transgredir indicaciones, sentirse  piola, mostrar dominio, ser el rey de la selva, etc. En esto se juega la vida, el homo. La propia y las que lleva consigo. Y de las que no tiene el gusto de conocer.
El homo autitus lustra su autito para salir el fin de semana, emborracharse y estrellarse contra un árbol, en el mejor de los casos. Y es es que dice que la mujer y el auto no se prestan, (poniendo a ambos en el mismo nivel).
    El homo autitus también acepta condiciones infrahumanas de trabajo y conduce dormido un micro de larga distancia exponiéndose y exponiendo a todos o se apura en una curva o una bajada en vez de reducir la marcha. Cuidado! Es el que atropella.